No hay niños feos ni bonitos; simplemente vemos niños, cada uno con su encanto. Cada madre tiene al niño más bello del mundo. No podemos permitir que nuestros pequeños crezcan con un complejo que les impida ser felices, porque eso los destruye y crea monstruos. Debemos darles el amor que necesitan. Aunque no siempre podamos hacerlo de la manera que quisiéramos, al menos hagámosles saber que son lo más importante en nuestras vidas. La educación comienza en casa y es la más importante.

Actualmente  existen niños que no reciben a los Reyes,  ni a papá Noel, no tienen tiempo en vivir esa niñez que debe y es la etapa más bonita que se vive, donde vivimos la inocencia y estamos ansiosos de comernos al mundo, no le robemos la infancia a esos enanitos, ya tendrán tiempo para saber de dónde vienen los Reyes magos y papá Noel, y que los bebés vienen de Paris y los trae una cigueña.